El proyecto LIBERA, creado por SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, ha participado en el Foro Internacional MARLICE 2019 (International Forum on Marine Litter and Circular Economy) que se celebró en Sevilla la semana pasada.
El evento, organizado por la Asociación Española de Basuras Marinas, ha congregado a más de 250 personas de distintos ámbitos (administración, sector industrial y productivo, consumidores, centros de investigación y ONG) con el fin de unificar criterios de acción y establecer líneas de ruta común en la solución de la problemática que suponen las basuras marinas y, así, unir fuerzas contra la contaminación de los mares y la proliferación de la basuraleza en el entorno marino.
Una tarea cada vez más relevante ya que, según diferentes estudios, la presencia mayoritaria de materiales caracterizados son de origen plástico, alcanzando el 80% de la basuraleza marina. Aproximadamente, el 40% de estos residuos son restos de cuerdas, redes y otros desechos vinculados a la actividad pesquera. Un 20% está compuesto por fragmentos de plástico, otro 17% son envoltorios y objetos; y un 11%, microplásticos, el componente de la basuraleza que más preocupa a la comunidad científica, junto a los nanoplásticos.
La solución de la basuraleza en los mares pasa por actuar en los ríos y entornos terrestres
A pesar de que los mares y océanos son los ámbitos donde tanto la ciencia como la comunidad internacional más han avanzado en el conocimiento del impacto de la basuraleza, queda todavía mucho por estudiar, especialmente en los otros entornos. Y es que, según recientes estudios, más del 80% de los residuos plásticos presentes en los océanos provienen de fuentes terrestres. Además, se sabe que tan solo diez ríos de Asia y África son los responsables del transporte de más del 90% de residuos plásticos que llegan a través de los cauces fluviales a los océanos.
Por lo tanto, los ríos son uno de los verdaderos “puntos calientes” de abandono de residuos en la naturaleza y su estudio es primordial para conocer mejor el alcance del problema en los entornos fluviales y así encontrar soluciones al problema antes de que repercuta en los mares y océanos.
Desde el Proyecto LIBERA se ha diseñado un proyecto pionero de ciencia para conocer el impacto de la basuraleza en Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA). Así, de las 469 IBA identificadas en España, se han seleccionado 140 espacios atendiendo a los siete ecosistemas más representativos de España para identificar y cuantificar la presencia de productos contaminantes provocados por la basuraleza en aquellos espacios.
Para ver el impacto de la basuraleza en los ríos, desde LIBERA se convoca la campaña de ciencia ciudadana ‘1m2 por los ríos, embalses y pantanos’. La última edición tuvo lugar el pasado marzo y participaron cerca de 5.400 voluntarios en 159 puntos del país para realizar recogidas y caracterización de basuraleza en estos entornos. Gracias a ellos, se ha conseguido liberar de basuraleza 22.092.397 m2 de superficie, recoger 2,5 toneladas de residuos y caracterizar 30.401 objetos.
Todos estos datos obtenidos durante estas grandes acciones de ciencia ciudadana se obtienen a través de la app ‘e-Litter’, una herramienta de trabajo pionera, desarrollada por las asociaciones Paisaje Limpio y Vertidos Cero en colaboración con LIBERA, que permite cuantificar y clasificar los residuos encontrados para posteriormente integrarse en la base de datos del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO).
“Es evidente que nuestros mares están enfermos, necesitamos formar un equipo de “médicos” capaces de diagnosticar la enfermedad. Gracias a la ciencia ciudadana cada vez podemos ser más los que “tomemos la temperatura” a los mares, caracterizando las basuras que llegan playas y mares.”, ha señalado Miguel Muñoz, coordinador de SEO/BirdLife del proyecto LIBERA.
Por su parte, Sara Güemes, coordinadora de Ecoembes del proyecto LIBERA, ha afirmado que “el impacto de la basuraleza en los entornos marinos es uno de los mayores retos al que se tiene que enfrentar la humanidad hoy en día. Para encontrar una solución, es importante no ceñirse a los mares y océanos sino considerar el problema a escala global y actuar también en los entornos fluviales y terrestres. Desde LIBERA llevamos dos años movilizándonos en este sentido y participar en MARLICE era una evidencia”.
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