Un nexo de unión entre el oriente y occidente de la Cordillera Cantábrica
El Parque Natural Babia y Luna se encuentra en la comunidad autónoma de Castilla y León, concretamente en la provincia de León. Su dimensión territorial es de 57.757 hectáreas y se extiende entre los municipios de Los Barrios de Luna, Cabrillanes, San Emiliano y Sena de Luna. Su relieve kárstico hace posible que exista una variedad muy destacable en su vegetación. Además, a nivel histórico y cultural, se trata de un lugar significativo puesto que en varios puntos del Parque se conservan las formas y modos de vida propios de la zona como la trashumancia de ovejas merinas así como de otras razas autóctonas. El Parque constituye un ejemplo perfecto de los ecosistemas habituales de la Cordillera Cantábrica. Entre algunas de las cumbres destacan el macizo calizo de Peña Ubiña y el área de Picos Albos y Peña Orniz, entre otros.
Este Parque coincide con el Espacio Protegido Red Natura 2000 ‘Valle de San Emiliano’ y está reconocido como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Además, también comparte parcialmente espacio con la Reserva de la Biosfera de Babia y la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna.
Información de interés
La Casa se encuentra desde 1999 en el antiguo Palacio de los Quiñones, una edificación que se remonta al siglo XVI. El Palacio está disponible para visita y la Casa está perfectamente integrada a nivel arquitectónico con el resto del espacio. Además de las habituales exposiciones en las que el visitante puede recoger información adicional del Parque, esta Casa cuenta con una zona de espacio de ocio llamado “La Cantina”. Este bar invita a rememorar los antiguos bares y cocinas rurales y ofrece productos locales y tradicionales.
El Parque Natural Babia y Luna pone al servicio de sus visitantes una amplia variedad de rutas lineales y/o circulares con diferentes dificultades. Entre las más visitadas se encuentran la Senda de las Naves el Panazal (16,3 km), Lagunas Verdes (10 km), el de la Portilla de Luna-Vega de Caballeros (5,4 km) y el de la Portilla de Luna-La Robla (30,8 km).
Entre las zonas de visita más típicas del Parque Natural de Babia y Luna encontramos el Embalse de Barrios de Luna, que se puso en marcha en el año 1956. Su objetivo principal es regular las aguas del río Luna y tiene una presa de más de 80 metros de altura que se construyó aprovechando la estrecha garganta del río.
También destaca en este punto la Peña Ubiña, una mole rocosa de 2.417 metros que se convierte en el punto más alto de la Cordillera Cantábrica. Para los montañistas más experimentados, existe una ruta de destacada fama que parte de Torrebarrio.
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Las aves en el parque
El Parque Natural de Babia y Luna, reconocido como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), despierta el interés de los amantes de la ornitología. En las zonas de montaña destacan especies de ave como el treparriscos, la perdiz pardilla, el acentor alpino, la chova piquigualda y el gorrión alpino, entre otros. Asimismo, en las cotas más altas, también podemos encontrar una amplia población de aves rapaces. Entre los ejemplos más representativos encontramos el abejero europeo, el alimoche, el águila culebrera, el aguilucho pálido, el águila real y el halcón peregrino.
Fauna
Toda esta diversidad vegetal hace posible que encontremos una rica muestra de especies de fauna asociadas a ésta. La más destacada en este Parque es el oso pardo cantábrico (Ursus arctos), que gracias a la ubicación de Babia y Luna, encuentra una vía que conecta las poblaciones entre el este y oeste de la Cordillera Cantábrica. Aunque, también hay que prestar atención a la presencia de otros mamíferos especialmente relevantes como los rebecos (Rupicapra pyrenaica), y otros más comunes en otras localizaciones de la península ibérica como corzos, ciervos, jabalíes y nutrias.
