Parque Natural de Izki

Parque Natural de Izki

Naturaleza sin límites

Situado en el sureste de Álava, el Parque Natural de Izki ofrece una riqueza paisajística y ecológica de gran valor, convirtiéndose en uno de los espacios naturales más amplios de Euskadi. Con cerca de 9.500 hectáreas de extensión, este parque combina amplias masas forestales con formaciones rocosas, cursos fluviales y zonas húmedas, configurando un entorno donde la naturaleza y la historia conviven en equilibrio.

Sus bosques, dominados por el roble marojo o melojo (Quercus pyrenaica), se alternan con hayedos (Fagus sylvatica), quejigales (Quercus faginea) y abedulares (Betula sp.), mientras que en sus cielos sobrevuelan majestuosas rapaces como el águila real (Aquila chrysaetos) o el alimoche (Neophron percnopterus). En los humedales se desarrolla una flora singular, con especies tan llamativas como el nenúfar blanco (Nymphaea alba), también destacan en los sustratos más pobres distintas especies de plantas carnívoras.

Más allá del patrimonio natural, Izki conserva importantes vestigios de su pasado: desde antiguos poblados hasta ermitas excavadas en roca. El pequeño núcleo de Korres, en pleno corazón del parque, conserva el sabor medieval y es un excelente punto de partida para explorar esta joya natural e histórica del País Vasco.

Descubre el parque natural
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Información de interés

Centro de Interpretación del Parque Natural de Izki

Ubicado en el concejo de Korres, único núcleo habitado dentro del parque, este centro es el punto de bienvenida para quienes desean descubrir Izki. Desde aquí se facilita información práctica sobre la red de senderos que recorre el espacio natural, ya sea a pie, en bicicleta o a caballo, adaptándose a diferentes niveles e intereses.

En su exposición permanente, el visitante puede adentrarse en la riqueza ecológica del parque: desde sus diversos ecosistemas —ríos, humedales, bosques y cortados rocosos— hasta la fauna que los habita.  Además, el centro desempeña un importante papel educativo y de sensibilización ambiental, organizando visitas guiadas, talleres y actividades escolares orientadas a conocer y valorar este espacio protegido de manera sostenible.

Zonas de observación de aves

El Parque Natural de Izki es un enclave privilegiado para los amantes del birdwatching, término con el que se describe en el idioma inglés la afición por el avistamiento de aves en el que sus barrancos, cortados calizos y pequeñas zonas húmedas como charcas y turberas  se incorporan a una gran variedad de hábitats que ofrecen refugio y alimento a una más que notable cantidad de  especies de avifauna.

Izki forma parte de las redes de protección LIC (Lugar de Interés Comunitario) y ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), y cuenta con recorridos específicos para la observación de aves, como los de los barrancos de Izki, la travesía del marojal o el itinerario de las Balas de Izki.

Senderismo en el Parque Natural de Izki

Izki cuenta con una red de 15 senderos señalizados que permiten recorrer sus 9.473 hectáreas y descubrir tanto su riqueza natural como su legado histórico. Estos itinerarios, de diferente longitud y dificultad, ofrecen al visitante la posibilidad de adentrarse en sus frondosos robledales, ascender hasta formaciones rocosas emblemáticas como Soila o Kapildui, y visitar pueblos como Korres, Antoñana, Bujanda o Maeztu.

Algunas rutas siguen antiguos caminos de comunicación entre localidades —como las sendas de Sarrondo o Antoñana— mientras que otras, como la de Los Arrieros, atraviesan el corazón del robledal por trazados centenarios. Los caminos también conducen a vestigios de la historia humana en el parque: molinos, ruinas de castillos, monolitos, puentes o cuevas artificiales, accesibles desde sendas como Marizurieta, San Román o Los Molinos.

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Las aves del Parque Natural

Izki es un enclave privilegiado para la observación de aves, con una riqueza ornitológica que refleja el excelente estado de conservación de sus hábitats. Entre todas las especies, el pico mediano (Dendrocopos medius) es, sin duda, el emblema del parque. Este pájaro carpintero, de mediano tamaño y cabeza rojiza especialmente visible en época nupcial, encuentra en los marojales de Izki su principal bastión ibérico. Su presencia es un indicador clave de la calidad del bosque, y su conservación requiere medidas específicas de protección, sobre todo en las zonas de cría.

El parque también acoge otras especies de pájaros carpinteros, como el torcecuello euroasiático (Jynx torquilla), el pico menor (Dryobates minor), el pico picapinos (Dendrocopos major), el pito real (Picus sharpei) y, más recientemente, el picamaderos negro (Dryocopus martius), el mayor de todos ellos.

En los roquedos calizos que rodean Izki pueden observarse con frecuencia aves rupícolas como el buitre leonado (Gyps fulvus), el alimoche común (Neophron percnopterus), el águila real (Aquila chrysaetos) y el halcón peregrino (Falco peregrinus). Estas especies aprovechan los cortados y desfiladeros para anidar y sobrevolar el parque en busca de alimento.

Los hábitats acuáticos, tanto naturales como artificiales, como charcas y balsas, ofrecen refugio a especies como el mirlo acuático (Cinclus cinclus) o el zampullín chico (Tachybaptus ruficollis), entre otras aves ligadas al agua.

La variedad de ecosistemas y el relativo aislamiento de la zona también favorecen la presencia de un buen número de rapaces forestales y estivales como el azor común (Accipiter gentilis), el abejero europeo (Pernis apivorus), la culebrera europea (Circaetus gallicus) y el carbonero común (Parus major).

En conjunto, la avifauna de Izki es una de las más completas y singulares del País Vasco, haciendo de este parque natural un destino destacado para la observación de aves y la conservación ornitológica.

Fauna

El Parque Natural de Izki alberga una fauna variada y valiosa, resultado de la diversidad de hábitats presentes en este enclave alavés. En sus bosques, prados, roquedos y humedales habitan 151 especies de vertebrados, con numerosos representantes de mamíferos, reptiles, anfibios y peces, muchos de ellos indicadores del buen estado de conservación del entorno.

Entre los mamíferos forestales destacan el murciélago de Bechstein (Myotis bechsteinii), con colonias de cría confirmadas, y el jabalí (Sus scrofa), el zorro (Vulpes vulpes) y el tejón (Meles meles), habituales en el marojal.

Los humedales y arroyos del parque son clave para especies como la rana ágil (Rana dalmatina), el sapillo pintojo meridional (Discoglossus jeanneae), el cangrejo de río autóctono (Austropotamobius italicus) y una destacada comunidad de odonatos. También es significativa la presencia de mamíferos semiacuáticos como la nutria euroasiática (Lutra lutra) y el amenazado visón europeo (Mustela lutreola), cuya conservación es prioritaria debido a su papel ecológico y a la fragilidad de su hábitat.

En las cumbres rocosas y cortados calizos, el entorno acoge una interesante fauna rupícola, y en los pastos de altura es común encontrar ganado doméstico que recuerda el vínculo histórico entre paisaje y ser humano. Este equilibrio natural, modelado por siglos de convivencia respetuosa, es clave para la riqueza faunística del parque.

jabali
tejon
zorro
hayedo
abedul

Flora

El Parque Natural de Izki es un verdadero mosaico vegetal. Entre sus formaciones boscosas hay que destacar la formada por el roble marojo (Q. pyrenaica), denominada como marojal, que constituye en este enclave una de las masas más extensas y bien conservadas de esta especie en Europa, con más de 3.600 hectáreas de superficie. Junto a él, se desarrollan una gran variedad de formaciones forestales que incluyen hayedos acidófilos (F. sylvatica), carrascales (Quercus ilex), alisedas (Alnus glutinosa), quejigales (Q. Faginea), abedulares (Betula sp.), bosques mixtos y bosquetes de álamo temblón (Populus tremula), que cubren buena parte del territorio protegido.

La riqueza florística del parque se ve favorecida por su diversidad de suelos, topografías y orientaciones. En los ambientes húmedos —como charcas, trampales y turberas incipientes formadas por los ríos Izki, Molino y Berrón— florece una vegetación muy valiosa que incluye plantas carnívoras y el nenúfar blanco (N. alba), cuya población en la laguna de Olandina es la única en Euskadi y la mayor de la península Ibérica. También destaca la presencia de junquillo salado (Rhynchospora fusca), con su población más importante a nivel peninsular.

Además, en la ladera del Soila se localizan dos ejemplares singulares protegidos: un tejo (Taxus baccata) y un tilo (Tilia platyphyllos), reconocidos por su valor ecológico y su singularidad. Estos bosques acogen el 89 % de los hábitats de interés del parque, convirtiendo a Izki en uno de los enclaves naturales más relevantes de la Red Natura 2000.

LIBERA en el Parque

Desde Proyecto LIBERA ofrecemos distintos recursos a Parques Nacionales y Naturales con el objetivo de sensibilizar sobre el problema que supone el abandono de basura en la naturaleza y la prevención del mismo, como es el caso de este parque.

Entre otras medidas, formamos a los empleados de centros de interpretación ambiental y les proporcionamos diferentes materiales con los que ayudar a concienciar al público. También aportamos información sobre el proyecto a los trabajadores de Espacios Naturales y colocamos señalización en los parques de cada región.

Libera en el Parque
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