Monumento Natural de Montes de Obarenes y San Zadornil
Uno de los sabinares mejor conservados de la Península Ibérica
El Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil se extiende por el noroeste de la provincia de Burgos, en el límite entre el clima atlántico y el mediterráneo. Estas montañas, que conforman las últimas estribaciones de la Cordillera Cantábrica, se alzan como una barrera natural sobre la llanura de La Bureba. Conformado por sierras como Oña, Pancorbo o Arcena, y limitado al norte por el río Ebro, el parque ofrece un relieve estructural característico, con hoces y desfiladeros excavados por distintos cursos fluviales entre los que se añaden al Ebro, entre otros el río Oca o el Purón.
La confluencia de las influencias climáticas atlántica y mediterránea ha generado una notable diversidad vegetal, que, a su vez, sustenta una rica fauna en la que destacan especies amenazadas como el visón europeo (Mustela lutreola) o el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). Además de su valor ecológico, el parque alberga destacados ejemplos de patrimonio histórico y cultural, como el monasterio de San Salvador de Oña o la ciudad medieval de Frías, integrando así naturaleza y cultura en un mismo espacio protegido.
Información de interés
La Casa del Parque, situada en San Zadornil, es el punto de información principal del Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil. Desde este centro se orienta al visitante sobre rutas, actividades y espacios destacados del entorno, además de ofrecer servicios como el alquiler de bicicletas eléctricas o la reserva de visitas guiadas.
El espacio cuenta con una exposición interpretativa basada en la metáfora urbana de “La Metrópoli Verde”, donde los árboles y ecosistemas forestales se presentan como protagonistas de una ciudad natural. También dispone de una zona de descanso, sala de proyecciones, jardín exterior y biblioteca.
El recorrido por el parque se apoya en una red señalizada de caminos, plazas, fuentes y miradores, con múltiples opciones de itinerario según las preferencias del visitante. Todo ello se complementa con herramientas digitales y materiales informativos para facilitar una visita autónoma y accesible.
Situado en la localidad burgalesa de Oña, el Monasterio de San Salvador constituye uno de los hitos patrimoniales más representativos de la historia castellana. Fundado a comienzos del siglo XI, ha cumplido diversas funciones a lo largo de los siglos: espacio religioso, panteón aristocrático y centro de estudios teológicos. Su estrecha vinculación con la realeza castellana lo convierte en un referente histórico clave en el desarrollo político y cultural del territorio.
El conjunto monástico conserva una notable muestra de estilos artísticos que van desde el mudéjar y el gótico hasta el barroco, integrados armónicamente a pesar de las reformas sufridas a lo largo del tiempo. En su iglesia parroquial se encuentra el panteón de destacados nobles y monarcas, como el rey Sancho III el Mayor y, según la tradición, los restos del rey Sancho II el Fuerte.
Además, en el siglo XVI acogió la primera escuela para sordomudos de la historia de España, impulsada por Fray Ponce de León. En 2012 fue sede de la exposición de Las Edades del Hombre, bajo el título “Monacatus”, palabra latina que alude a la vida religiosa de monjes y monjas en comunidad, caracterizada por la renuncia, la oración, la vida austera y la dedicación a lo espiritual.
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Las aves del Parque Natural
El espacio acoge 76 especies de aves, muchas de ellas incluidas en figuras de protección como la ZEPA “Montes Obarenes”. Entre las más destacadas se encuentran varias especies rupícolas y forestales que nidifican en desfiladeros y cortados rocosos.
En cuanto a las rapaces se encuentran presentes el águila real (Aquila chrysaetos), el águila perdicera (Aquila fasciata), el halcón peregrino (Falco peregrinus), el milano real (Milvus milvus), el aguilucho cenizo (Circus pygargus), el aguilucho pálido (Circus cyaneus) y el alimoche (Neophron percnopterus), especie amenazada a nivel europeo. Es relevante también la presencia del búho real (Bubo bubo), y del buitre leonado (Gyps fulvus), que, en el caso de este último, forma colonias en los cortados del Ebro y sus afluentes.
Otras especies significativas son la garza imperial (Ardea purpurea), la tórtola europea (Streptopelia turtur), el picamaderos negro (Dryocopus martius), la chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax), así como un gran número de aves migratorias que utilizan el Embalse de Sobrón y sus inmediaciones como un área de descanso durante los pasos prenunpcial y posnupcial, pero también como de area de invernada.
Fauna
En el parque se han catalogado al menos 128 especies de vertebrados, con 29 mamíferos. Algunas especies presentan especial relevancia por su comprometido estatus de conservación, como el visón europeo (Mustela lutreola), el desmán ibérico (Galemys pyrenaicus), el musgaño de Cabrera (Neomys anomalus) o el murciélago pequeño de herradura (Rhinolophus hipposideros).
Entre los mamíferos más comunes se encuentran el jabalí (Sus scrofa), el corzo (Capreolus capreolus) y el gato montés (Felis silvestris), junto con la nutria (Lutra lutra), presente en los cursos fluviales. También se ha documentado la presencia del murciélago de cueva (Miniopterus schreibersii) y del galápago leproso (Mauremys leprosa).
En el grupo de los invertebrados destacan especies como el cangrejo de río autóctono (Austropotamobius pallipes), la mariposa hormiguera de lunares (Phengaris arion) y la mariposa apolo (Parnassius apollo).
