La ONU quiere sellar un acuerdo global por un planeta sin contaminación.
La Asamblea de Medio Ambiente de la ONU, el organismo internacional de mayor nivel dedicado a las cuestiones ambientales, se reúne en Nairobi (Kenia) desde el próximo 4 de diciembre con un objetivo: forzar una declaración política de los 193 países representados, entre ellos España, para avanzar hacia un mundo sin contaminación. Con este paso, Naciones Unidas pretende llamar la atención de administraciones, empresas y ciudadanos sobre un problema que causa en torno a 19 millones de muertes prematuras cada año y que genera incontables costes económicos: se prevé, por ejemplo, que los costes derivados de la contaminación atmosférica se eleven en 25 billones de dólares para 2060.
SEO/BirdLife acude a esta cita en representación de BirdLife International, la mayor federación ambiental del mundo, con el objetivo de asegurar que las declaraciones que salgan de esta reunión -tan trascendental como escasamente conocida por la ciudadanía, las fuerzas políticas y las administraciones-, generen compromisos reales para alcanzar el objetivo que la propia asamblea se ha marcado: avanzar hacia un mundo “sin contaminación”.
“Este paso de la ONU es todo un tirón de orejas a la comunidad internacional. Y es que, aunque ha habido avances a escala local, nacional e internacional, el problema de la contaminación está todavía lejos de ser dimensionado a pesar de las apabullantes cifras asociadas a esta problemática”, señala el responsable de Gobernanza Ambiental de SEO/BirdLife, Juan Carlos Atienza, presente en el encuentro de Nairobi.
En un informe previo a la asamblea, Naciones Unidas ha recopilado los resultados de las principales investigaciones sobre contaminación. Estas son algunas de las conclusiones:
– 6,5 millones de personas mueren cada año como consecuencia de la contaminación atmosférica. 4,3 millones de ellos, por culpa de las emisiones que respiran en sus propias casas.
– Elementos químicos de alta toxicidad como el amianto y el plomo siguen causando muertes cada año. En el caso del amianto, se calculan unas 100.000.
– Se estima que el ozono a nivel del suelo reducirá la superficie de cultivos básicos en un 26% para 2030.
– El 80% de las aguas residuales se vierten en la naturaleza sin ningún tipo de tratamiento.
– Se han identificado unas 500 zonas muertas en los océanos. Son espacios donde la cantidad de oxígeno es tan escasa que imposibilita la vida.
– Entre 4.8 y 12.7 millones de toneladas de residuos plásticos se vierten cada año en el océano.
– Los vertederos incontrolados, sobre todo al aire libre, y la quema de basura impacta en la vida de millones de personas. Los 50 mayores basureros del mundo condicionan la vida de unas 64 millones de personas, expuestas cada día a amenazas para su salud.
El informe concluye que la adopción de medidas que aseguren un planeta libre de polución será “la mejor manera de garantizar la supervivencia y calidad de vida de las generaciones futuras de seres humanos y de los ecosistemas”.
Para lograrlo, Naciones Unidas pone encima de la mesa cinco necesidades:
– Un acuerdo global sobre contaminación que marque la prevención como prioridad.
– La mejora significativa de la gobernanza en esta materia, a todos los niveles, para implementar y hacer cumplir la legislación sobre contaminación.
– La promoción de hábitos y consumos más sostenibles y eficientes.
– La apuesta por inversiones en sistemas de producción y de consumo que reduzcan o eviten la emisión de polución.
– Un incremento de las colaboraciones y acuerdos para fomentar soluciones y tecnologías innovadoras, que nos encaminen hacia un mundo sin contaminación.
“Los niveles de contaminación y las soluciones para reducirla son muy diferentes en función del país pero ningún rincón del planeta se libra del problema. Desde las restricciones al tráfico rodado en ciudades como Madrid a los microplásticos que alcanzan islas prácticamente inexpugnables del océano Pacífico, el problema de la contaminación suma cada día víctimas y costes asociados”, añade Atienza.
La asamblea no solo abordará la problemática de la contaminación desde una perspectiva general, sino también emitiendo pronunciamientos sobre contaminante o situaciones concretas. Será el caso de la presencia de plomo en productos como pinturas o de la mencionada basura marina. En estos dos casos, BirdLife acude a Nairobi con el objeto de visibilizar el impacto del plomo en las municiones usadas para cazar y la gravedad del ‘littering’, el abandono de residuos sólidos en la naturaleza, contaminando todo tipo de ecosistemas. De hecho, la ONG ambiental, en colaboración con Ecoembes, ha puesto en marcha el proyecto Libera para prevenir, concienciar y estudiar mediante ciencia ciudadana la auténtica dimensión de este problema en España.
“La inclusión del littering en la agenda de la asamblea muestra la preocupación de Naciones Unidas por este fenómeno que no para de crecer. El informe asociado a la asamblea, por ejemplo, advierte sobre la creciente presencia de basura tecnológica. En 2015, se generaron 41,8 millones de toneladas de este tipo de componentes, potencialmente peligrosos por su toxicidad. En 2018, la cifra aumentará hasta 50 millones de toneladas”, concluye Atienza.
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