En el noroeste de la provincia de Zamora, enclavado en un paisaje modelado por la acción milenaria del hielo, se extiende el Parque Natural del Lago de Sanabria y alrededores. Este entorno singular acoge el lago glaciar más grande de la península ibérica, una joya natural de aguas profundas y cristalinas rodeada de montañas, bosques y praderas. La riqueza ecológica del parque se manifiesta en la diversidad de ecosistemas que se suceden desde las orillas del lago hasta las cumbres, donde el bosque de roble melojo (Quercus pyrenaica) da paso a matorrales de brezos, escobas y endemismos vegetales únicos como la carqueixa sanabresa (Pterospartum tridentatum).
Este territorio es también hogar de una notable biodiversidad faunística, con especies como el lobo ibérico (Canis lupus), el corzo (Capreolus capreolus) o el águila real (Aquila chrysaetos). A su valor ambiental se suma un importante patrimonio cultural y arquitectónico, con ejemplos como el monasterio de San Martín de Castañeda o el núcleo histórico de Puebla de Sanabria. Un espacio en el que naturaleza, historia y tradición conviven en armonía.
A escasa distancia de la orilla del Lago de Sanabria, desde la localidad de Ribadelago Viejo, se inicia uno de los recorridos más impresionantes del Parque Natural: el Cañón del Tera. Este sendero acompaña al río a lo largo de una garganta estrecha y agreste, donde las rocas, moldeadas por las antiguas lenguas glaciares, relatan la historia geológica de este espacio singular.
El camino atraviesa zonas de grandes bloques de piedra arrastrados por la corriente, cruza el río en varias ocasiones y gana altura a medida que se adentra en el corazón del cañón. Cascadas, pozas cristalinas y pequeños lagos de origen glaciar, como la emblemática Poza de las Ninfas, acompañan al caminante en un paisaje de belleza abrupta y salvaje.
El relieve, marcado por barrancos, circos glaciares y morrenas, es testimonio de las sucesivas glaciaciones. Desde el ensanchamiento del valle, en la zona conocida como la Cueva de San Martín, se puede optar por regresar por el mismo camino o continuar hacia San Martín de Castañeda por la senda de Covadosos.
Ubicada en San Martín de Castañeda, la Casa del Parque es el centro neurálgico para comenzar a descubrir los tesoros naturales y culturales del Parque Natural del Lago de Sanabria y alrededores. Aquí, los visitantes pueden informarse, planificar su visita con ayuda de monitores especializados y acceder a material divulgativo sobre este espacio y otros de la Red de Espacios Naturales de Castilla y León.
El centro cuenta con diversos espacios temáticos. En el área “Conoce el Parque Natural” se recorren los distintos hábitats del espacio, explicados en función de la altitud, y se destacan enclaves de difícil acceso a través de recreaciones visuales. La sala de “Geología y glaciarsmo” permite comprender cómo se formó este paisaje glacial único, mientras que “El rincón de la memoria” recupera el modo de vida tradicional de la zona y sus leyendas.
Además, el edificio dispone de una zona audiovisual, tienda, sala de juntas, laboratorio de limnología y un completo recorrido botánico al aire libre adaptado a personas con discapacidad, que reúne más de 80 especies vegetales del parque y finaliza en un huerto ecológico típico sanabrés.
El principal atractivo de este parque es sin duda el Lago Sanabria, el lago de origen glaciar más grande de la península ibérica. Formado hace alrededor de 100.000 años, este lago sobrepasa en algunos puntos los 50 metros de profundidad. Además de la llamativa vista al lago, podremos también observar diversas lagunas y cañones representativos de la glaciación cuaternaria. También se pueden visitar sus playas, en las que los visitantes pueden refrescarse en verano. La Playa de los Enanos y la Playa Viqueira seguramente sean las dos más claras en las que poder darse un baño en verano. Para completar el recorrido, podemos también acercarnos a las lagunas de mayor tamaño, que son la Laguna de Sanguijuela y las Lagunas Sacias y Carros. También merece mucho la pena acercarse al Río Tera, afluente del río Esla que cuenta con más de 130 kilómetros de longitud.
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Con 142 especies de aves documentadas, Sanabria es un paraíso para ornitólogos y amantes de la naturaleza. Las condiciones ambientales y la variedad de hábitats hacen de este parque un refugio para aves rapaces, forestales, acuáticas y de montaña.
Entre las rapaces diurnas, destacan el majestuoso águila real (A. chrysaetos), el halcón peregrino (Falco peregrinus), el ratonero común (Buteo buteo), el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) y el escaso halcón abejero (Pernis apivorus). También hay presencia del búho real (Bubo bubo), la mayor de las rapaces ibéricas nocturnas.
Las aves forestales encuentran cobijo en los robledales del parque. Allí es posible observar al camachuelo común (Pyrrhula pyrrhula), petirrojo (Erithacus rubecula), arrendajo (Garrulus glandarius), abubilla (Upupa epops) o al pico picapinos (Dendrocopos major).
Entre las especies esteparias o de zonas abiertas, destacan el alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio), el escribano cerillo (Emberiza citrinella), y el vistoso ruiseñor pechiazul (Luscinia svecica), una especie que encuentra en Sanabria su límite meridional de distribución. Además, en los pastos de altura se ha documentado la presencia de la escasa perdiz pardilla (Perdix perdix), conocida localmente como "charrela".
La variedad y abundancia de aves convierte al parque en un enclave esencial para la observación de aves en la cordillera Cantábrica suroriental.
La riqueza faunística del Parque Natural del Lago de Sanabria es notable, con más de 190 especies de vertebrados identificadas gracias a la diversidad de hábitats y al excepcional estado de conservación del entorno. Entre los mamíferos, destacan especies emblemáticas como el lobo ibérico (C. lupus), el gato montés (Felis silvestris), el corzo (C. capreolus) y el jabalí (Sus scrofa). También habitan el parque mustélidos como la marta (Martes martes), garduña (Martes foina), armiño (Mustela erminea), nutria (Lutra lutra) y tejón (Meles meles), además del escurridizo desmán ibérico (Galemys pyrenaicus), un verdadero indicador de la calidad del ecosistema acuático.
En el ámbito de los anfibios, Sanabria destaca por su gran diversidad, con al menos 10 especies, entre ellas la salamandra común (Salamandra salamandra), la salamandra rabilarga (Chioglossa lusitanica), la ranita de San Antonio (Hyla arborea), la rana patilarga (Rana iberica) y los tritones jaspeado (Triturus marmoratus) y palmeado (Triturus helveticus).
Entre los reptiles, se han identificado más de una decena de especies, como la víbora cantábrica (Vipera seoanei), la víbora hocicuda (Vipera latastei), y diversas culebras como la de collar (Natrix natrix), la viperina (Natrix maura), y las lisas meridional y norteña (Coronella girondica, Coronella austriaca).
Los ecosistemas acuáticos del lago, ríos y lagunas son el hogar de peces como la trucha común (Salmo trutta), la bermejuela (Achondrostoma arcasii), el barbo (Luciobarbus bocagei) y el cacho (Squalius carolitertii), entre otros.
El Parque Natural del Lago de Sanabria y alrededores alberga una de las floras más ricas de Castilla y León, con más de 1.500 especies vegetales registradas. Esta notable biodiversidad es el resultado de su posición geográfica, entre el clima atlántico y el mediterráneo, así como de la gran variedad de altitudes y orientaciones de su relieve montañoso. Las laderas norte y oeste muestran una clara influencia atlántica, mientras que las del sur y este presentan un carácter más mediterráneo. Además, en las zonas más elevadas persisten condiciones extremas que han favorecido la conservación de auténticas reliquias del Cuaternario, como el botón de nieve (Ranunculus parnassifolius subsp. cabrerensis) o la armeria de roca (Armeria bigerrensis).
La especie más común del parque es el roble melojo (Q. pyrenaica), acompañado por densas formaciones de matorrales de brezo, piorno serrano (Cytisus oromediterraneus) y leguminosas del género Genista. También se encuentran bosquetes de castaño (Castanea sativa), acebo (Ilex aquifolium), tejo (Taxus baccata) y serbal (Sorbus aucuparia).
Los bosques de ribera están dominados por alisos (Alnus glutinosa), fresnos (Fraxinus angustifolia) y sauces (Salix spp.), mientras que en las áreas más húmedas destacan formaciones singulares como las turberas de musgo Sphagnum, raras a estas latitudes, que actúan como excelentes indicadores de la calidad ecológica del entorno acuático.
Desde Proyecto LIBERA ofrecemos distintos recursos a Parques Nacionales y Naturales con el objetivo de sensibilizar sobre el problema que supone el abandono de basura en la naturaleza y la prevención del mismo, como es el caso de este parque.
Entre otras medidas, formamos a los empleados de centros de interpretación ambiental y les proporcionamos diferentes materiales con los que ayudar a concienciar al público. También aportamos información sobre el proyecto a los trabajadores de Espacios Naturales y colocamos señalización en los parques de cada región.